(En realidad esta iba a ser una respuesta a un comentario del amigo Lucho en el post del “Original Emo Kid” pero se expandió demasiado, tomó vida propia y terminó en post).
A excepción de una corta época en la que me dediqué de lleno al Rock (Entre los 14 y los 17 ó 18 por ahí) y dejé de ir a la cancha, siempre fuí un fanático del Fútbol (deporte argentino por excelencia). De hecho en la parte de intereses de mi perfil podrán leer “Club Atlético Independiente” (Los Diablos Rojos de Avellaneda, ciudad en la que nací).
Pero coincido con el amigo Lucho en que no es fácil la vida del “Tronco”. A pesar de haberme ido a probar a Platense, a los 13 años, llevado por un par de tipos que conocía de la Comisión Directiva, mis logros en el “Fóbal” no han sido muchos.
De chico, aprendí que la mejor manera de que no te eligieran último era ser el dueño de la pelota. Entonces caía en la placita del barrio, pelota en mano, cuando estaban todos al “dope” sin nada que hacer y esperando que cayera algún “Carlitos” con el “Fulbo” y ahí me aseguraba un puesto en alguno de los equipos.
Entre mis escasos logros futbolísticos figuran:
Una medalla obtenida en 6º grado por un Sub-Campeonato en un torneo del Cangallo Schule (mi colegio de la primaria y secundaria). Campeonato en el que jugué de suplente y en el que el único gol que metí me lo anularon por no haber pasado la mitad de cancha.
Una violenta patada que hizo volar por el aire y realizar un posterior aterrizaje forzoso a Diego Peretti (hoy famoso actor (Si, el mismo de “Los Simuladores”)) en un amistoso (¿?) jugado en Mendoza entre el turno mañana y el turno tarde del citado colegio, en pleno Viaje de Egresaditos (7º grado) (Octubre de 1974).
Algunas cuantas docenas de patadones aplicados ya en mi definitiva función de Stopper (más que stopper habría que decir “Torpe”) en cualquiera de los picados posteriores entre los cuales obviamente está el de la foto en las afueras del Crcuito KDT...
Un 9 a 5 jugado en la playa de Copacabana entre Argentinos y Brasileros en 1986 (la mayoría de los 9 goles mérito de Alejandro Balassanian, un fenómeno el pibe!)
Un 8 a 6 jugado en Praia Brava (Floripa) entre Argentinos y Brasileros. Mención especial para Diego (un amigo, pese a ser fanático de Racing).
Un salto entre los barrotes de la popular de la doble visera al mejor estilo salto con garrocha, esquivando un gomazo de un "barra" del rojo que venía saltando peldaños al grito de "Canten carajo!!!" en un patético Estudiantes: 0 Independiente: 0, que eliminó al rojo de la Libertadores del ’83 u ’84 (no recuerdo bien) y que terminó con gases lacrimógenos y cantidad de detenidos.
Y no mucho más para destacar...
Evidentemente las verdaderas hazañas deportivas quedarán para otros. Aquellos que ostenten medallas y copas en sus vitrinas o estantes (confeccionados por sus padres especialmente para tal fin). Chicos que han hecho honor a aquello de “Mens sana in córpore sano” y que habrán dedicado su vida a algún deporte, aunque más no sea en calidad de amateur...
Uno que dedicó su vida al Rock, a la música en general, y a la vida disipada (la milonga con su errante berretín) ha encontrado otras condecoraciones y premios en la vida, quizás mucho más interesantes que una copa o una medalla...
En la foto (circa 1978 ó 1979) (de arriba hacia abajo y en sentido de las agujas del reloj): Tamburini, Perez, Yo, Chochona, (El alemán?) y el Negro Tappa.
A excepción de una corta época en la que me dediqué de lleno al Rock (Entre los 14 y los 17 ó 18 por ahí) y dejé de ir a la cancha, siempre fuí un fanático del Fútbol (deporte argentino por excelencia). De hecho en la parte de intereses de mi perfil podrán leer “Club Atlético Independiente” (Los Diablos Rojos de Avellaneda, ciudad en la que nací).
Pero coincido con el amigo Lucho en que no es fácil la vida del “Tronco”. A pesar de haberme ido a probar a Platense, a los 13 años, llevado por un par de tipos que conocía de la Comisión Directiva, mis logros en el “Fóbal” no han sido muchos.
De chico, aprendí que la mejor manera de que no te eligieran último era ser el dueño de la pelota. Entonces caía en la placita del barrio, pelota en mano, cuando estaban todos al “dope” sin nada que hacer y esperando que cayera algún “Carlitos” con el “Fulbo” y ahí me aseguraba un puesto en alguno de los equipos.
Entre mis escasos logros futbolísticos figuran:
Una medalla obtenida en 6º grado por un Sub-Campeonato en un torneo del Cangallo Schule (mi colegio de la primaria y secundaria). Campeonato en el que jugué de suplente y en el que el único gol que metí me lo anularon por no haber pasado la mitad de cancha.
Una violenta patada que hizo volar por el aire y realizar un posterior aterrizaje forzoso a Diego Peretti (hoy famoso actor (Si, el mismo de “Los Simuladores”)) en un amistoso (¿?) jugado en Mendoza entre el turno mañana y el turno tarde del citado colegio, en pleno Viaje de Egresaditos (7º grado) (Octubre de 1974).
Algunas cuantas docenas de patadones aplicados ya en mi definitiva función de Stopper (más que stopper habría que decir “Torpe”) en cualquiera de los picados posteriores entre los cuales obviamente está el de la foto en las afueras del Crcuito KDT...
Un 9 a 5 jugado en la playa de Copacabana entre Argentinos y Brasileros en 1986 (la mayoría de los 9 goles mérito de Alejandro Balassanian, un fenómeno el pibe!)
Un 8 a 6 jugado en Praia Brava (Floripa) entre Argentinos y Brasileros. Mención especial para Diego (un amigo, pese a ser fanático de Racing).
Un salto entre los barrotes de la popular de la doble visera al mejor estilo salto con garrocha, esquivando un gomazo de un "barra" del rojo que venía saltando peldaños al grito de "Canten carajo!!!" en un patético Estudiantes: 0 Independiente: 0, que eliminó al rojo de la Libertadores del ’83 u ’84 (no recuerdo bien) y que terminó con gases lacrimógenos y cantidad de detenidos.
Y no mucho más para destacar...
Evidentemente las verdaderas hazañas deportivas quedarán para otros. Aquellos que ostenten medallas y copas en sus vitrinas o estantes (confeccionados por sus padres especialmente para tal fin). Chicos que han hecho honor a aquello de “Mens sana in córpore sano” y que habrán dedicado su vida a algún deporte, aunque más no sea en calidad de amateur...
Uno que dedicó su vida al Rock, a la música en general, y a la vida disipada (la milonga con su errante berretín) ha encontrado otras condecoraciones y premios en la vida, quizás mucho más interesantes que una copa o una medalla...
En la foto (circa 1978 ó 1979) (de arriba hacia abajo y en sentido de las agujas del reloj): Tamburini, Perez, Yo, Chochona, (El alemán?) y el Negro Tappa.
(Conste que fuí víctima de la "Remera rosa desteñida" mucho antes del aviso de Coca-Cola... (Se acuerdan el de "Rosa, Rosa"?))
3 comentarios:
Una historia realmente descriptiva... un secreto: atiné que eras tú el de rosa! jajaja! Ya lo creo que tengas otro tipo de premios, triunfos y medallas. Gracias por este post tan... tuyo...me permite conocerte más. Un abrazo. :) Haydeé
No, no entendiste, yo no se si era malo (tronco) o no, yo jamás me movia, estaba hí parado como una estatua pensando en que haria cuando me vaya de ese infierno que era para mi educación física, hasta me amenazaron una vez con agarrarme a trompadas si no hacía nada otra vez, jaja, pero luego desarrolle una tecnica efectiva: la de siempre estar cerca de la pelota, haciendome el q la buscaba pero nunca tocarla, en fin, no hacia una mierda pero pasaba mas desapercibido!, sisi, ya se que estoy un poco chapa, pero bueh ...
Creo entender Lucho. El tema es que directamente no te interesaba,
ni el fútbol, ni ningún otro deporte. Pero a los ojos de los demás, pasabas a ser un elemento peligroso. Un tipo parado al estilo Valderrama en sus últimos
años, tomando sol en el medio de la
cancha, es para cagarlo a piñas (o como mínimo putearlo todo el partido) (Ja! Ja!)
Pero tu táctica no dejó de ser útil para muchos que hicimos la colimba: el pasar desapercibido, ni por muy bueno, ni por muy malo...
En cuanto a lo de "chapita", quedáte tranki que ahí estamos todos parejito...
Saludos!
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