Y se despertó el Diablo...

Ayer por la tarde, se jugó un nuevo clásico entre el Club Atlético Independiente y Boca Juniors. Y quedó en manos de los Diablos Rojos por un categórico 2 a 0. Dos goles del “Rolfi Montenegro” (Ver foto), un excelente disparo de media distancia con "caño" al colombiano Vargas incluído y el segundo de penal.
Ganarle a Boca, al más grande de la Argentina y de toda América, no es cosa de todos los días. En una época, allá en los años 70’s cuando Bochini se cansó de hacerle goles a Gatti, era mucho más frecuente que en los tiempos que corren. Las estadísticas así lo indican.
Pero la realidad actual es otra. Un devaluado y timorato Independiente se enfrentaba al más grande de la Argentina.
Porqué ganó entonces? Porque jugó mejor y porque tuvo a ese jugador “distinto” que marcó la diferencia.
Le quedarán a Boca las excusas del cansancio por jugar dos torneos a la vez (El Clausura local y la Copa Libertadores), la temprana expulsión de Mouche (Quizás un tanto apresurada). Pero esas excusas que hoy sirven para justificar una derrota, son las mismas que en otras circunstancias llevarían a la categoría de “hazaña” un triunfo xeneixe.
Así son las cosas del fútbol. Cada domingo puede haber revancha para los fanáticos. Y los que menos se lo esperan pueden festejar en grande y comenzar la semana con una amplia sonrisa de oreja a oreja. O dos, como en mi caso ☺☻