martes, 26 de agosto de 2008

Los Invictos

“La veía en la engalanada y resplandeciente habitación, ceremoniosamente arreglada para las honras fúnebres, no alta y esbelta como una mujer, sino como una persona jóven, chico o chica, inmóvil, vestida de amarillo, el rostro en calma, el peinado simple y severo, una ramita de verbena balanceándose en cada oreja, los brazos con los codos flexionados, las manos a la altura de los hombros, las dos idénticas pistolas de duelo apoyadas en ellos, una en cada mano, sin apretarlas.
La sacerdotisa de un ánfora griega en un breve ritual de violencia”.

William Faulkner “The Unvanquished”

1 comentario:

Anónimo dijo...

Debo tener un virus en la maquina, por que se me jodio el msn y tampoco puedo ver mi blog, asi y todo hice una nueva entrada, por obvias razones todavia no la pude ver, es cierto ya hacia rato q no subia nada nuevo, saludos!